La escuela tradicional busca homogeneizar, que todos seamos y pensemos
igual. Estimula la competencia frente a la colaboración. La meta es memorizar
conocimientos que luego no se aplican.
La nueva escuela respeta las diferencias entre los alumnos, aquellas que
le individualizan, caracterizan y distiguen como ser humano.
Si el objetivo es cambiar el mundo, entonces es necesario cambiar la educación.
Buscar una educación que permita SER. El cambio de paradigma educativo
genera conciencia. Los profesores y los padres deben mover ficha.